EMPATE IN EXTREMIS PARA EL CAFÉS TOSCAF ATLÉTICA TRAS UN MAL PRIMER TIEMPO

domingo, Abr 25

Los avilesinos, liderados por Costoya, una buena defensa y el acierto de Adrián Carvalho en portería salvaron un punto

Cafés Toscaf Atlética: Braulio de la Iglesia, Adrián Carvalho; Carlos Costoya (7), Víctor Tejerina (2), Ramón Gandía (3), Pablo Tedders, Pablo González, Adrián Cuevas (4), Rubén Rozada (4), Dani Rubio, Aitor Rodríguez (4), Silvino (3), Raúl Arias, Hugo y Álex Díaz.

Grupo Covadonga IMQ: Mario Fidel Colomo y Joaquín Javier Colomo; Jesús Canal, Pablo Álvarez (4), Alexis (2), Mario Gutiérrez (4), Marcos Méndez (5), José Lastra (2), Diego Fernández, Daniel García, Víctor Garrido (4), Adrián Díaz, Pablo González (6), Jorge López y Roberto Pérez.

Parciales: 3-1, 6-5, 9-10, 12-12, 14-16, 14-20, al descanso; 19-20, 20-21, 21-24, 24-26 y 27-27, final.

Árbitros: Pablo Castellanos Garci y Santiago Piñera Fombona. Excluyeron a Rubén Rozada (2) y a Alexis y Marcos Fernández (2).

Los últimos quince minutos del primer tiempo fueron demoledores para las aspiraciones de los de Juan Muñiz

El Cafés Toscaf Atlética salvó un punto en el partido disputado ante el Grupo IMQ, aunque también tuvo posibilidades de darle la vuelta a un partido que se le puso cuesta arriba en el primer tiempo.

Salieron bien los avilesinos a la cancha y fueron consiguiendo ventajas de dos goles ante un rival que veía que cuando la renta podía llegar a los tres tantos, los avilesinos se estrellaban contra el larguero o fallaban un penalti.

La reacción gijonesa llegaba mediado ese primer tiempo y las ocasiones falladas por los locales se materializaban en la otra portería con ciertos desajustes en defensa que llevaron la ventaja a los seis goles al filo del descanso con un penalti a tiempo cumplido.

El Grupo celebraba el gol como si el partido estuviese ganado, pero al Cafés Toscaf Atlética no se le puede dar por “muerto” nunca. NUNCA. Y apareció la garra, el cabreo por no estar a la altura y todo focalizado en la portería y la defensa.

Encajar veinte goles en el primer tiempo no era normal. Así que para recortar los seis de diferencia había que apretar ahí, además de marcar. Gol, defensa, gol, defensa. No hubo más receta. Atrás muy serios, metiendo manos y con Adrián Carvalho volviendo a hacer un gran partido.

Y en ataque apareció Carlos Costoya. Igual que en el partido anterior ante Santoña. Cogió la responsabilidad y llevó al equipo a un gol. En diez minutos ya era otro partido. Más igualado. Más normal.

Al Grupo le costaba encontrar opciones en ataque y salvo Mario con algún destello o los pases al pivote, que ya no entraban tanto como en la primera mitad, y ahí aparecía Adrián, que también dio una clase de paradas desde el extremo.

Últimos minutos y el Grupo por delante, pero muy igualado. Penúltimo ataque de minuto y medio de los grupistas y los árbitros amenazando pasivo. Los locales como leones moviéndose de un lado a otro para no dar opciones y ataca la Atlética uno abajo tras gol de Mario Gutiérrez a cincuenta segundos del final.

Zambonbazo de Costoya desde más allá de nueve metros y empate. Quince segundos para el Grupo que ya no tenía resuello mientras la Atlética buscaba un robo esperanzador que no llegó.

Empate merecido. Los grupistas supieron jugar sus bazas la primera mitad y el Cafés Toscaf puso lo que le caracteriza sobre la cancha en una segunda en la que demostraron que no se les puede dar por muertos. NUNCA.